PORTAL DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL, DEL EMPRENDIMIENTO SOCIAL Y DE LA ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN
El Celler La Muntanya y la Economía del Bien Común, un encaje perfecto
El Celler La Muntanya es una pequeña bodega creada en 2004 en Muro de Alcoy, municipio del interior de la provincia de Alicante, por una serie de amigos que en principio no se dedicaban a la viticultura. En ella nos atiende Juan Cascant (Muro de Alcoy, 1961), socio fundador de la bodega y personaje muy activo y convencido de la necesidad de un cambio de modelo productivo hacia fórmulas que generen sostenibilidad. En efecto, el objetivo de los socios ha sido desarrollar un proyecto empresarial basado no en la maximización del beneficio, pero sí en la justa rentabilidad, y en la adaptación y conservación del medio territorial y las culturas autóctonas, con un elevado compromiso social. Esta filosofía se manifiesta en que la bodega se abastece de uva procedente de pequeñas parcelas, muchas de ellas minifundios tradicionales en peligro de extinción, que son cultivadas bajo la marca Microviña.
Por otro lado, los socios otorgan prioridad al respeto de principios éticos en el funcionamiento de la empresa y su relación con los actores o grupos de interés. Con este planteamiento, y en apenas 12 años, el Celler La Muntanya se ha convertido en un símbolo local desde una economía alternativa, habiendo alcanzado cierta notoriedad pública y logrado importantes reconocimientos en la calidad de sus vinos, algunos de los cuales se pueden encontrar en algunos de los mejores restaurantes del mundo.
Toda esta iniciativa hacía encajar en gran medida al Celler La Muntanya con la filosofía e indicadores de la Economía del Bien Común (EBC), y gracias a una serie de correos enviados a RNE, donde Juan Cascant escuchaba a Paco Álvarez, en su espacio de ‘La bolsa y la Vida’, el encuentro con Christian Felber en efecto se produjo, y en numerosas ocasiones, además. De hecho, en su primera visita a España, en febrero de 2012, después de acudir a Zaragoza y Madrid, Felber dio una conferencia en la Universidad Politécnica de València en su sede Alcoy, generándose poco después en Muro de Alcoy el primer campo de energía de la EBC en España.
La región en la que está ubicada la bodega y los viñedos de los que se abastece es un buen ejemplo de los problemas del medio rural mediterráneo español: minifundismo, falta de rentabilidad, éxodo rural, abandono de las explotaciones, envejecimiento de los agricultores y falta de relevo generacional. En el caso de las comarcas de El Comtat y L’Alcoià, a todo ello se añade la existencia de núcleos industriales tradicionales y la proximidad de un litoral abundantemente especializado en actividades terciarias ligadas al turismo y al sector inmobiliario, que han desincentivado aún más la permanencia en el medio rural.
En este contexto, el Celler La Muntanya ha buscado la recuperación y conservación de un ecosistema agrícola, con un modelo productivo y social opuesto al dominante, y siempre desde la base poblacional. Autodidactas, aunque bien asesorados por buenos profesionales del sector, como el biólogo y enólogo Josep Lluís Pérez Verdú, buscaron elaborar un vino de calidad con las características y condiciones naturales del propio terreno.
La bodega utiliza uva procedente de minifundios tradicionales, muchos de ellos propiedad de viejos agricultores o sus herederos, y casi todos abandonados o semi abandonados por su baja rentabilidad, entre otras razones. Juan Cascant y sus socios fueron casa por casa para convencer a cada uno de estos propietarios que era posible retomar la producción a precios satisfactorios. Los acuerdos entre el Celler La Muntanya y los dueños de las parcelas son muy variados, dependiendo de las condiciones de la viña y la implicación del titular. En unos casos se arrienda el terreno, en otros se compra la cosecha con un sistema de pago en función del valor del producto final.
Desde el primer momento, los socios del Celler La Muntanya han tenido muy claro que el propietario debía percibir un precio justo por su producción, que obtuviera una rentabilidad satisfactoria. De hecho, esta es la primera de las premisas en las que se basa el fenómeno Microviña: el logro de la rentabilidad. La segunda de las características es la producción en variedades básicamente autóctonas (en este caso Monastrell, Garnacha, Garnacha tintorera, Mas de Botí, Parraleta, Malvasia, Meseguera,…). La tercera es ser respetuoso con el medio natural y la tierra; la cuarta es ser responsable socialmente, y la quinta es identificar el vino con la cultura del territorio del que procede. Al final, como le gusta decir a Juan Cascant, se trata de una “economía del equilibrio”, donde ganan todas las personas involucradas en la cadena de valor; pero también el medio ambiente y la sociedad en su conjunto. En la actualidad son unos 20 los propietarios asociados a la bodega con sus microviñedos, y en torno a una treintena de microviñas las que participan de este equilibrio.
La bodega elabora vinos blancos –Albir, Beni y Lliure Albir- y tintos –Minifundi, Paquito el Chocolatero, Celler La Muntanya y Almoroig-. También elabora monovarietales, procedentes cada uno de una parcela, y un vino dulce -Naturalment Dolç-. Pero el Celler la Muntanya no solo es una bodega. Es un cúmulo de iniciativas, entre las cuales figuran incluso convocatorias académicas, como los dos Congresos sobre el Minifundio, celebrados en 2008 y 2011, con el apoyo de la asociación Elviart; y cursos o demostraciones en escuelas e institutos, donde también ha introducido y cultiva microviñas. Ha sido también fuente de inspiración entre escritores, artistas, etc. El Celler La Muntanya realizó el balance del bien común, obteniendo una muy buena nota, de 860 puntos de los 1.000 posibles.
Con este entusiasmo hablaba Juan Cascant en el primer acto con Christian Felber en la Comunidad Valenciana, en febrero de 2012, solo ocho años después de la fundación de la bodega: “Francamente, nunca pensamos que el posicionamiento sencillo con el que apoyamos El Celler La Muntanya nos llevaría a poder celebrar una reunión como la de hoy. Por nuestra pequeña historia han pasado personas y entidades que nos han enriquecido colmadamente. Singularizaré a dos: a Josep Lluís Pérez Verdú, que nos enseñó a apreciar la acción del hombre y el campo, así como el valor del compromiso ético con el ecosistema; y a Francisco Álvarez, que nos mostró el camino para entender el verdadero significado de la sostenibilidad. Alrededor de la elaboración de vinos de calidad desde nuestra tierra, y junto al proyecto Microviña se han puesto en marcha sinergias en campos multidisciplinares, que nos han dado fe para creer que es posible un mundo nuevo y mejor, desde nuestras raíces. Funcionar así es rentable, no únicamente bajo el prisma del actual modelo, que exige solo el éxito según el resultado económico, sino también bajo el prisma del bien común. Nos hemos permitido plantear conferencias y congresos con el objeto de reflexionar que otro modelo económico es posible y necesario, y que este modelo ha de tener al ser humano como protagonista y al planeta en el que vive. Hoy vamos a escuchar un planteamiento muy cualificado en el que encajamos y al que se pueden sumar personas, organismos y empresas, al igual que lo pretende el Celler La Muntanya. La Economía del Bien Común no se plantea como una solución definitiva, sino como una pieza del mosaico que tenemos que construir. Es un grano de uva en el vino de nuestra tierra. Pongámonos en movimiento.”
Referencias
Compes, R. y Calatayud, I.A. (2014): “Economía del Bien Común y minifundismo en el sector agroalimentario: el caso del Celler La Muntanya (Alicante) y la marca MICROVIÑA”, Revista Española de Estudios Agrosociales y Pesqueros, nº 237, pp. 181 y siguientes.
RTVE, programa Crónicas, capítulo ‘Utopías cercanas’, emitido en noviembre de 2012
http://www.rtve.es/alacarta/videos/cronicas/cronicas-utopias-cercanas/1574755/